¡Hola, amig@s!
Tenía muchas ganas de escribir sobre las mascotas y los beneficios que nos pueden aportar en el proceso del envejecimiento activo y saludable.
Tener una mascota, sea un perro, un gato, un pájaro o un roedor, nos puede aportar cariño, compañía, alegría, lealtad, muchas veces más de lo que las propias personas de nuestro entorno son capaces de ofrecernos.
Según varios estudios realizados las mascotas aportan mejoras psicológicas y físicas, ya que su cuidado diario nos obliga a tener nuevas responsabilidades que antes no teníamos, como por ejemplo si es un perro, sacarlo a pasear tres veces al día y encargarnos de su higiene diaria.
Distintos estudios coinciden en las mejorías que producen las mascotas en las personas mayores que han adquirido una mascota en esta etapa de su vida y sobre todo si viven solas. Entre ellas podemos encontrar:
- Mayor movilidad
- Más vida social
- Aumento de la sensación de bienestar
- Entretenimiento
- Relajación y equilibrio emocional
El convivir con un animal de compañía transmite vitalidad e incluso puede favorecer el vivir más tiempo y con mayor calidad. Un perro, o un gato, o cualquier de las mascotas con las que podamos relacionarnos pueden ser una gran alegría y una gran ayuda para toda la familia.
La responsabilidad que trae consigo cuidar una mascota aporta también grandes dosis de afecto y cariño así como compañía; no hay sensación más placentera que estar viendo la televisión o leyendo un libro mientras acaricias a tu perro o gato; os lo digo desde mi propia experiencia. Entras en un estado de relajación y de sosiego que no tienes cuando estas solo en casa.
En nuestro país, cada vez más, existen experiencias en los centro geriátricos, ya sean residencias o centros de día, que conviven, la mayoría de veces con perros, y se ha demostrado que los residentes mejoran su autoestima y optimismo; el día que a un residente le toca encargarse del animal se encuentra con mucha más vitalidad. También se están utilizando terapias con animales para personas mayores incluso que sufren demencias con muy buenos resultados.
Un aspecto que suele preocupar a los dueños mayores de las mascotas, es que sucederá con ellas si ellos caen enfermos o fallecen, no quieren que sean un estorbo para el resto de la familia. Para esta cuestión, hay varias soluciones, como que las propias residencias aceptaran mascotas, darlos en acogimiento a familias cuidadoras o a las protectoras de animales.
Por todo ello, queridos amig@s, que manera más bonita de disfrutar de nuestro envejecimiento que cuidando a una mascota, además de como ya sabéis, de llevar una vida saludable con ejercicio diario y una buena alimentación.
¡Hasta muy pronto!
